La que en teoría iba a ser una temporada de alegrías al estrenar por fin un nuevo sistema de producción de nieve, se ha acabado convirtiendo en el invierno de los 'maldecaps'. Y es que tuvieron que empezar la temporada más tarde porque les faltaba personal sanitario, un requisito imprescindible para poder abrir.
La nieve les llegó tarde, y después se les estropeó la máquina pisapistas, la única que tienen. Tuvieron que cerrar 10 días hasta que llegó otra alquilada a Porté Puymorens mientras se arreglaba la de la estación.
Pues bien, según informó ayer la estación, se volvió a estropear la máquina pisapistas. No se especifica si es la que se alquiló a Porté Puymorens, o la suya que ya la tenían arreglada, pero la cuestión es que el vehículo se quedó parado en mitad de la pista Mascarida, prácticamente la única con la que cuenta Tavascán, impidiendo que se pudiera esquiar con seguridad.
Se optó por dejar parado el telesilla, y que bajara esquiando solamente aquel que hubiera podido subir antes con sus propios medios, es decir, haciendo esquí de montaña. Era el último día de temporada, pero parecía que Tavascán le queria recordar al Ayuntamiento de Lladorre, que la estación se ha hecho mayor y que necesita mejoras.
De hecho el propio Ayuntamiento lo acababa de advertir esta pasada semana: Tavascán necesita una serie de mejoras a corto plazo que requieren una inversión que ellos no pueden asumir. De esta manera entregan las llaves a quién quiera gestionarla la próxima temporada, porque ellos ya no la volverán a poner en marcha.
Según informa hoy el Diari Segre, el presidente de FGC, Carles Ruiz, ya ha ado con el alcalde de Lladorre, Salvador Tomàs, para concertar una reunión en los próximos días y abordar conjuntamente el futuro de Tavascan.
La estación ahora mismo necesita dos inversiones urgentes. Una de ellas es una nueva máquina pisapistas. La otra sustituir el telesila. Actualmente tienen un dos plazas de pinza fija que es más que de sobras para la afluencia que tiene Tavascán. Alli nunca hay colas. Otro aparato similar sería suficiente.
Otro tema es el del nuevo sistema de producción de nieve. Salvador Tomás apuntaba la semana pasada, que solo poner en marcha el telesilla cada invierno cuesta 350.000 euros. A esto ahora hay que sumar el mantenimiento del sistema de nieve artificial.
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Control de avalanchas en Tavascán