Lo que a continuación contamos se refiere a cuando hay que subir al helicóptero en un lugar improvisado cosa muy infrecuente a no ser que sea por un rescate o evacuación urgente. Por otro lado, normalmente todo el mundo que practica heliesquí lo suele hacer con una organización profesional que suelen tener todos los riesgos previstos, por lo que es muy raro tener que enfrentarse a un rescate o evacuación sin que un experto, normalmente el guía, nos diga qué hacer. Aún así nunca está de más saber cómo actuar en esas circunstancias.
Identificación
Lo primero, si se necesita una evacuación con helicóptero, es llegar hasta un punto donde poder pedir el socorro si no pudiéramos utilizar el teléfono o cualquier aparato radiotransmisor. Una vez que se ha ado con el rescate, hay que especificar lo más exactamente posible la localización del accidentado o del grupo a embarcar, para lo cual es necesario tener un buen conocimiento del terreno o haber consultado los mapas. Lo mejor es llevar y saber usar un aparato G.P.S para dar la referencia exacta de forma inmediata, esto hoy en día, con lo extendido que está el uso de estos aparatos empieza a ser - o es- imprescindible. Si no pudiéramos dar una localización mediante parámetros geográficos (coordenadas y altitud) tendremos que hacerlo refiriéndonos a lugares identificables en los mapas y procurando usar un lenguaje adecuado que no se preste a equívocos; no decir derecha o izquierda o delante o atrás o alto y bajo, siempre es preferible usar los puntos cardinales como referencia, cotas de nivel, o referencias geográficas muy concretas.
Por otra parte hay que hacer lo más visible posible la localización del grupo que va a subir o del herido y sus acompañantes por medio de linternas, ropa o cualquier tejido u objeto de colores vivos, humo (si es posible), señales en la nieve… o cualquier otra cosa que se nos ocurra.
Cuando el helicóptero llega o si viésemos uno de reconocimiento cuando necesitamos ayuda, hay que hacer los gestos corporales internacionalmente establecidos: brazos levantados si necesitamos ayuda, un solo brazo levantado y el otro claramente abajo si no necesitamos ayuda (figura A). De aquí la importancia que tiene en montaña no saludar ni hacer gestos confusos a los helicópteros que muchas veces se ven. Alzar las manos o cualquier objeto para ´decir hola` a los helicópteros, algo muy frecuente, es una costumbre que puede perjudicar un posible salvamento.
La zona de aterrizaje
A pesar de la maniobrabilidad de estos aparatos y la destreza de los pilotos, el helicóptero necesita un lugar mínimamente adecuado para posarse. Este lugar se conoce internacionalmente como DZ que son las iniciales de dropping zone.
Las condiciones necesarias son:
-El terreno tiene que ser plano o ligeramente inclinado.
-La dimensión mínima de una DZ son 20 X 20 metros.
-Siempre serán mejores los lugares elevados (convexos) que las hondonadas.
-Evitar la proximidad de arboles, grandes rocas, cables eléctricos o de remontes, etc.
-Retirar de la zona cualquier objeto que pueda volarse con el aire que produce el helicóptero o que pueda llegar a engancharse con sus palas como: esquís, bastones, mochilas, ropa…
-Las matas altas o un tronco o piedras que sobresalgan del nivel del suelo o la nieve pueden ser peligrosas porque se puede enganchar el rotor de cola.
-Determinar y marcar un perímetro de seguridad donde nadie puede estar hasta que los socorristas, el guía o el piloto del helicóptero lo indique y donde no se acerque nadie ajeno al rescate.
-Evitar suelos blandos como zonas pantanosas o turberas, en caso de nieve blanda y profunda, pisarla y compactarla lo más posible.
-Informar a la tripulación de los nombres y datos (D,N.I o pasaporte) de los del grupo y todo aquel que haya estado implicado en el rescate.
Guiar al helicóptero y aproximación
-Cuando se oiga o se vea al helicóptero se debe de despejar la DZ. Todos, excepto uno (normalmente el guía), se retirarán más allá de los 20 –25 metros y se cobijarán en un lugar lo más protegido posible del viento de las aspas o de cualquier posible percance.
-El miembro que queda junto a la DZ (5-10 metros) será el guía del helicóptero. Se colocará de pié de espaldas a viento y procurando no ponerse de espaldas al sol para que el piloto no se pueda deslumbrar. A ser posible, con un trapo largo que indique la dirección del viento.
-Es imprescindible que se proteja los ojos con gafas, mejor las de ventisca, y también es importante protegerse el rostro y tapar narices y boca. Las aspas provocan tal viento que, piedras o trozos de nieve o ventisca, pueden hacer mucho daño y dificultar la respiración la nieve es polvo.
-Cuando el helicóptero este muy cerca, a unos cincuenta metros, el guía debe acurrucarse y protegerse lo más posible en una posición muy baja y esperar a que el aparato está posado (parado a veces) y la tripulación baje y le dé instrucciones. Nunca aproximarse si no se lo indican. Atención especial si se paran los motores porque cuando las aspas pierden velocidad de rotación, descienden mucho. También puede ser que no se paren los motores, entonces la aproximación será distinta dependiendo de que el suelo sea horizontal o inclinado. En la figura se indica las zonas de aproximación al aparato en un plano horizontal, si hay una cuesta próxima posiblemente sólo se pueda acceder por un lateral delantero (Figura B).
Por último cualquier maniobra con el herido, si hay que cambiarlo de camilla o subirlo a la del helicóptero o la preparación del material para su transporte, se hará fuera del área reservada para el DZ. En torno al helicóptero y para la aproximación y embarque hay que tener presente que siempre se accede por el lado de babor, sólo el piloto sube por estribor, desde la puerta hasta la cola es un espacio a evitar (Figura B).
ADVERTENCIA: los deportes de nieve entrañan riesgos, la montaña es un entorno cambiante y a veces peligroso. NIX advierte de la necesidad de practicar estos deportes con experiencia sobrada, conocimientos técnicos, material adecuado, técnica suficiente y acompañados de guías UIAGM o monitores de esquí/snowboard titulados.